Lo que más me gusta es fotografiarla. A Ella. Nunca sé cuando surgirá el deseo, que parece tener autonomía en sí mismo, pero cuando aparece, y si se hace posible, todo es perfecto. Este fue uno de esos momentos. Suele influir el marco, la luz, pero, por encima de todo, el que ambos nos sintamos bien, tranquilos, sin prisa. Son momentos en los que nos hemos parado, normalmente, en un lugar que nos gusta mucho y dejamos que pase el tiempo mirando alrededor pausadamente. Entonces aparece la fotografía exigiendo -ser-. Imperiosamente. Este fue uno de esos momentos felizmente ineludibles, en la magnífica escalera de la Universidad de Turín.
10 OCTUBRE 2010
© 2010 pepe fuentes