18 OCTUBRE 2010

Dieciséis de septiembre. Once y cuarto (a.m.): ha escampado y el sol se asoma un poco. Se parece a un sol de Octubre. Otoño ya. Creo que terminaré por hoy porque me voy a Madrid. En este momento no se me ocurre nada más que escribir. Echo un vistazo a la fotografía que ha tocado hoy y resulta que es de Turín. A F.Nietzsche le cautivó esta ciudad, lo que le decidió a vivir en ella una temporada entre 1888 y comienzos de 1889. Es una ciudad propicia para la creación. Se nota en el aire, en la luz, en las plazas, en las calles, en los interiores, en todas partes. Me gustaría mucho volver a Turín e invocar allí, otra vez, a los espíritus de la fotografía, benignos y malignos (la ciudad tiene una cierta relación con el diablo que no  exploré). «Contamos con el arte para que la verdad no nos destruya». F. Nietzsche.