1 DICIEMBRE 2010

Hace tiempo que pienso en cambiar los títulos y sentido de las series de –pepefuentes.com-. Los actuales apenas si tienen que ver con lo que pretendo. Meramente descriptivos, resultan insustanciales y previsibles. Luego no tengo más remedio que ponerme a trabajar en el colosal propósito de volcar en un recipiente todas las imágenes y recolocarlas. Tendré que evitar que me salga un pastiche artificioso e increíble incluso para mí. Me gustaría que títulos como, El alma de las cosas o El deseo del misterio, por ejemplo, tuvieran algún sentido en relación con mis imágenes; además de poéticos y fabulosos creo que son posibles (más o menos). Siempre deseo encontrarme con misterios y con el alma de las cosas. Sin -inspiración- no creo que lo consiga. Lástima que a esa fascinante musa sólo la conozca de lejos, aunque confío que como fémina me proteja (siempre me he sentido bien tratado por el mundo femenino). Aunque no soy tan escrupuloso como René Magritte, él tenía razón cuando decía: «Tengo que esperar la inspiración: lo que imagino deliberadamente me da náuseas». A pesar del tremendo esfuerzo en tiempo y energías que me supondrá el empeño, tengo una poderosa razón para intentarlo: me divierte mucho encontrar títulos como Los sucesos imaginarios…