8 ENERO 2011

© 2007 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2007
Localizacion
Palermo (Italia)
Copiado máximo en soporte baritado
3
Fecha de diario
2011-01-08
Referencia
2773

Título: –La indiferencia de las estatuas-. En las plazas, a veces, hay estatuas. Al «fotógrafo» le gustan. A mí también. No hay una explicación sencilla para ese potente ascendiente sobre una determinada frecuencia de nuestro mundo sensible. Quizá sea debido al sentido de la nostalgia, o de la melancolía, o tal vez la épica perdida. La heroicidad siempre es cosa del pasado. El presente es demasiado inmediato y estúpido para que alimente las leyendas. En algún momento, hace milenios, alguien decidió representar en piedra o bronce a los héroes y situarlos en las plazas. Desde entonces se sigue haciendo. Ahora también se colocan esculturas modernas; pero no es lo mismo. Éstas podrán ser de última generación: expresionistas, abstractas, conceptuales, geométricamente inverosímiles, ocurrentes, de compleja e intrincada concepción, de amable o estimulante visión, pero siempre les faltará el eco de lo épico, literario, simbólico. Ese aspecto, a veces vulgarmente figurativo, que hace que la mayoría de las gentes sienta que resuena en algún recóndito lugar del alma. Para el «fotógrafo» -según me dice-, siempre suelen ser apariciones sugestivas y amables y, aunque el hecho de fotografiarlas (no siempre lo hace), no aporte nada a nadie, porque sólo se trata de duplicar imágenes pétreas, frías e imperturbables, indiferentes e inexpresivas, es justamente por eso, y sólo por eso, por lo que ya tienen un valor en sí mismas para el «fotógrafo». Al fin y al cabo, según Nietzsche: «El placer de mirar consiste en la comprensión del símbolo». Quizá esta serie se haya forjado pausadamente, a lo largo del tiempo, por un agudo sentido del placer, el del fotógrafo, naturalmente.

Pepe Fuentes ·