-Los desconocidos caminan solos-. Sí, claro, caminan solos porque son desconocidos, y viceversa. Encarnan la imagen misma de lo hermético, anónimo y secreto. Cuando un desconocido camina junto a otro es imposible que transmitan la idea de soledad. La soledad solo puede ser representada con personas solas, caminando o paradas. En este caso Caminan y Caminan, Solos y Solos. No Sé Dónde Van. Probablemente si lo hubiera sabido o supuesto, no me servirían para esta serie. Así son las cosas. Una curiosidad, que ni siquiera lo es: titulo en masculino refiriéndome a ambos géneros. Masculino-femenino, sencillamente porque así me resulta más sencillo y literario. Creo que, en los tiempos que corren, esto no es políticamente correcto. Según una nueva práctica social y política, en expansión imparable, que según sugiere Quim Monzó, se podría denominar «papanatismo», los dos géneros se enuncian escrupulosamente. Siempre. El género neutro, por ahora, no se ve afectado, me parece. Pues bien, si me adscribiera a esa tendencia, posibilidad harto improbable a estas alturas, tendría que titular la serie como: -Los desconocidos y las desconocidas caminan solos y solas-, lo que sería literariamente espantoso y estéticamente aberrante.
25 ENERO 2011
© 2004 pepe fuentes