Ayer Blancos; hoy Negros. -Paisajes Negros- o -Negros-, a secas. Me ha resultado muy sencillo encontrar estos títulos, sencillamente porque en los blancos, la tierra es blanca y la luz deslumbrante y cegadora. En los negros, la tierra es negra y la luz es la que «es«. Ya está. Qué más puedo decir sobre los paisajes? Plásticamente, nada, salvo que me gustan mucho los de Turner, y Munch, y los románticos ingleses y americanos. También otros muchos que ahora no recuerdo. Los enamoramientos no se apuntan (y algunos se olvidan). «No representó el lugar tal y como era, sino la impresión que éste produjo en él» Thornbury, sobre Turner. Eso es exactamente lo que a mí me interesa. Fotográficamente los prefiero sencillos, minimalistas, tal vez. Ah, el minimalismo, siempre lo persigo pero lo consigo en raras ocasiones. Es paradójico que a un tipo tan prudente y austero no le resulte más fácil. Deber ser cosa de talento, como siempre. Paisajes blancos y negros; los blancos para nacer y los negros para morir. Los Negros me gustan tanto o más que los blancos porque son perfectos para despedirse contemplándolos.
Paisaje
donde morir
a solas.
José María Álvarez
16 FEBRERO 2011
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