EL PESO DEL MUNDO. Representación -FOTO-LITERARIA-
Ficha técnica:
Textos: selección extraída de la obra: -El peso del mundo- (1979). Siete citas y una imagen por día (hombres y mujeres en rigurosa alternancia).
Fotografías: pertenecientes al capítulo Retratos, y a la serie -El peso del mundo-; todas ellos realizadas en -La habitación de retratar–
Extensión: veintidós escenas y un epílogo.
Introducción y génesis de esta performance virtual: días, 1, 2, 3 de Marzo, de este diario.
Aclaración: he recurrido a retratos para ilustrar los textos (o viceversa) porque ambos se entienden mejor juntos. La escritura de Handke es muy física e inmediata; da la impresión que escribe desde su lado más espontáneo y visceral. Las fotografías también son así, buscan la carnalidad de los fotografiados. No obstante, los textos no aluden a rasgos personales de los fotografiados (que yo sepa), y, además, nada más lejos de mi intención que establecer esa equívoca y quizá perversa relación. Aunque en algunos casos puede que sea así, pero eso no se sabrá nunca; salvo, quizá, los fotografiados (que ni siquiera lo verán, seguro). Serán secretos nunca desvelados. La confluencia de ambas expresiones sólo es un juego inherente al mero hecho de vivir en el mundo.
ESCENA XV
– La frase predilecta de H.: «Lo que más me gusta de mí mismo es mi abulia-
-¿Ha tenido usted que vencerse a sí mismo para hacerlo? -«No. Ya lo tenía decidido-
-Puesto que soy indeterminado, puedo perseguirme pensando-
-Me siento ahora fuerte y seguro; no me hace falta hablar-
-Su entusiasmo, al escuchar, le tienta a uno a caer en un falso entusiasmo al narrar-
-Acuéstate conmigo ahora mismo. Será aburrido, quizás, pero por lo menos inolvidable-
-En la calle: dejar pasar de largo a alguien de la vecindad, sin hacerle el menor caso: a ése ya le saludé ayer-