8 ABRIL 2011

…Continúo con un negativo de Arenas Blancas. Luz cegadora en el escenario de la toma, porque el laboratorio está bastante oscuro. Sintonizo un programa de radio de blues. Suena Robert Johnson. Después Budy Gay. Bailo un poco. En el único sitio que suelo bailar es en el laboratorio. Quizá tendría que renombrarlo como -sala de baile-. Llevo alrededor de treinta y cuatro años frecuentando mi laboratorio y a veces bailo bajo la luz roja y la ilusión de que mis fotografías son muy bonitas. Además de bailar, titubeo. Introduzco la fotografía de Arenas Blancas (Nuevo México) en el portanegativos. Comienzo con filtro de contraste dos. Nada. La luz de Arenas Blancas no está. Subo un poco: tres. Tampoco. No bailo. Sigo dudando. Tenía que estar y no está (la luz). Sigo sin bailar. Subo un poco más, ya estoy en el nivel cuatro. Algo de vértigo e impotencia. Aún me queda el cinco; pero si me veo obligado a ascender tan alto será la confirmación ineludible de que me he equivocado en algún punto del trayecto. Por fin llego a donde quería… es esta la fotografía que buscaba, más o menos, porque lo que se ve en pantalla es un -escaneo- del negativo. Los resultados del laboratorio siempre tienen matices diferentes y son esos, precisamente, los que hacen que sienta la fotografía como mía. Para bien o para mal, pero mía…