…En el laboratorio, también llamado «cuarto oscuro» y en mi caso, además, «sala de bailar», paso seis o siete horas al día, por la mañana. Anoto escrupulosamente los datos del positivo: filtraje, tiempo de exposición de cada una de las zonas (reservas), tiempo en cada uno de los dos reveladores, copias realizadas, distancia desde el plano del negativo al marginador y cualquier otra eventualidad. Tonterías. No sé si lo hago para la historia (la mía), para que me facilite el trabajo en caso de una segunda copia en otro tiempo, o porque soy un paranoico sin solución. Por la tarde traslado esa innecesaria información a la monstruosa base de datos que alimento diariamente. Y claro, así no hay manera de sostener este diario. Da igual, ahora toca «cuarto oscuro», todo lo demás es secundario. Esta fotografía, junto con ocho más, las realicé en la mañana del tres de Marzo…
13 ABRIL 2011
© 2007 pepe fuentes