…Creo que existen otros criterios de ordenación infinitamente más originales y sutiles. Tendría que evitar la férrea horma formal y orquestar las imágenes en otra longitud de onda. Esa sólo podría ser la propia sensibilidad y percepción. Qué hay de común entre la fotografía de ayer y la de hoy; formalmente casi nada, salvo que están realizadas con la misma mirada y la misma sensibilidad (o falta de ella), y lo que representan es secundario. Me parece. Pero tampoco sirve un caos absoluto (o sí), sino, más bien, considerar que una determinada agrupación de imágenes debe tener un ritmo propio e interno, como lo tiene una composición musical o las palabras que conforman un poema. Música y poesía: nada de rígidas y empastadas composiciones formales de contenidos homogéneos y «coherentes»… o simplemente redundantes y aburridos…
27 ABRIL 2011
© 2006 pepe fuentes