…Sobre los fotografiados ayer me cabían dudas sobre si formarían parte de los cientos de millones de personas que deambulan en Facebook buscando lo que no tienen. Sin embargo, sobre los de hoy, no tengo dudas; están, viven y anhelan en el mundo virtual, seguro. Probablemente cuando realicé esta fotografía todavía no «estaban» porque el «insaciable devorador» de identidades aún no había llegado, aunque ya estaba en camino. Por qué supongo lo que afirmo? Sencillo o simple (más bien lo segundo), según van vestidos parece que tienen fe en lo intangible (como Facebook), y la severidad de sus aficiones me da la impresión que no les da para la frivolidad e incluso para el sexo desatado. Luego, según mi teoría, sólo les queda la sublimación, o dicho de otra forma: Facebook.
6 MAYO 2011
© 2006 pepe fuentes