17 de mayo. Martes. 8:30. Ayer sol y hoy nubes. Ambos ambientes, magníficos. Normalmente cuando me levanto sé lo que voy hacer porque ya lo tengo decidido de antemano. Hoy no, así que he pasado la primera hora de la mañana barajando posibilidades. Me he sentado en mi cheslón de escribir, he fijado la mirada en la estantería situada frente a mí y la desazón, la impotencia y un incontrolable malestar, un ahogo, se han manifestado en un lugar indefinible, no sé si de mi cuerpo o de mi estado de ánimo. Estaba viendo un descomunal montón de más de un metro de altura de suplementos culturales sin leer, unido a varias baldas repletas de libros también sin leer. La razón del dolor: el deseo incumplido y la sensación de falta de tiempo para todo. Después de un rato de perplejidad, he cogido al azar un montoncito de folios que tenía al alcance de la mano con algunos artículos de Babelia del tres de abril de este año. He comenzado a leerlos un tanto desalentado por la sensación de imposibilidad…
26 MAYO 2011
© 2006 pepe fuentes