Y las monjitas no sabían que yo era un fotógrafo «artístico» con una película muerta, aunque incorrupta V. Las «monjitas» se fueron a Torrijos (supongo) y yo seguí fotografiando inconsciente y alegremente por las inmediaciones. Sentía una cierta desazón culpable porque en ese momento no pensaba enviarles las fotografías (después, viendo los espantosos resultados, tampoco). No les gustarían, se sentirían decepcionadas, seguro. El problema que tuvieron conmigo radicó en que ellas sólo me preguntaron si podía hacerles una fotografía, y podía, claro que podía. Lo que no me preguntaron era qué tipo de fotógrafo soy, y menos mal, porque no habría sabido qué contestarles y mucho menos decirles que me dedicaba a fotografiar con películas muertas, aunque incorruptas. The end
18 JUNIO 2011
© 2011 pepe fuentes