20 AGOSTO 2011

…Sí, porque esa afirmación, podría hacer suponer que tengo algo contra las lesbianas y no, ni mucho menos, solo que no las atraigo, y ellas a mí tampoco, por supuesto. Como fotografío con cámaras lentas a las que hay que cambiar el rollo, suelo apartarme a un sitio tranquilo para realizar mis engorrosas manipulaciones. En una de las ocasiones lo hice al lado de dos chicas que, cogidas de la mano, se besaban con una mezcla de ternura y pasión, y que, además, estaban estupendamente. Una de ellas se dirigió a mí y me preguntó algo relativo a las cámaras, y tengo que reconocer, con algo de culpa, que no le presté ninguna atención y la contesté desganadamente. Sí, tengo un problema con las lesbianas, y es que sé de antemano que nunca seré invitado a su paraíso, que estoy expulsado por mi condición de hombre heterosexual, y eso me enfada un poco con ellas, sin llegar al rencor irreconciliable. Sin embargo, los otros, los gays, no me frustran en absoluto, porque nuestros mundos no se cruzan nunca…