Vuelvo al asunto de los viajes o, en mi caso, más bien del «turisteo»: voy a los mismos sitios que los turistas, como en los mismos restaurantes y fotografío las mismas cosas; salvo que lo hago con una cámara más grande. Soy un turista más, sin duda. A mí me hubiera gustado ser un viajero, culto, refinado, aventurero, publicar magníficos libros de viajes, y realizar epatantes exposiciones con mis inauditas y exóticas fotografías; naturalmente acompañadas de catálogos lujosos, con textos vibrantes que rezumaran pasión, riesgo, e intensidad artística. Sé que hay fotógrafos así, pero no, yo sólo soy un turista que arrastra su maleta por las aceras de las ciudades, espera pacientemente a que el semáforo se ponga verde, y desemboca en una plaza atestada de turistas como yo ¡qué envidiosa mediocridad, por dios!…
16 SEPTIEMBRE 2011
© 2011 pepe fuentes