Últimamente no me siento cómodo en mi papel de fotógrafo callejero, ocasional y turístico. Empiezo a sentir un cierto malestar que tiene que ver con el cansancio, y la imposibilidad de llegar a algo más allá de la mera anécdota. Sí, porque me pregunto: ¿tiene algo que ver conmigo lo que fotografío?; o, ¿fotografiando progreso en mi percepción del mundo y de mí mismo?; o, ¿consigo desarrollar y profundizar en mi inconcreto sentido estético o metafísico, a partir de lo que fotografío?; o, ¿los encuadres parciales de la realidad que elijo, me hacen aproximarme a alguna de las claves o retazos de alma de algo o alguien? Sinceramente, lo dudo, y la incertidumbre no me hace feliz, es más, ni siquiera me acerca a una leve e improbable satisfacción…
20 SEPTIEMBRE 2011
© 2006 pepe fuentes