…Después de revelar y hacer visible lo invisible (metáfora muy fotográfica a punto de desaparecer por la fuerza del «progreso», como todo), guardé los negativos en estas magníficas carpetas que llevo utilizando desde mil novecientos ochenta y dos, y que también han dejado de fabricar, cómo no, pero de las que, afortunadamente, aún me quedan unas pocas. Los objetos y herramientas que utilizó mi abuelo Salvador en su vida ya no existen: el arado tirado por mulas en invierno y la hoz de siega en verano. La bicicleta que utilizaba para ir a trabajar cuando el «corte» se encontraba lejos, sí permanece; pero ahora tiene un sentido completamente distinto al de entonces (antes era síntoma de pobreza, y ahora de modernidad). Mis carpetas, donde guardo mis negativos, son las últimas que existen y, muy probablemente, mi forma de entender la experiencia fotográfica también esté acabada. Me parece…
28 SEPTIEMBRE 2011
© 2011 pepe fuentes