«Un país feliz en su espacio, con personalidad geográfica bien definida, lograda incluso en el plano físico. Hay disgregaciones fecundas y disgregaciones estériles. Una gran civilización que se provincianiza disminuye su volumen espiritual, pero, cuando extiende los elementos de su disolución, cuando universaliza su fracaso, el ocaso conserva los símbolos del espíritu y salva sus apariencias de nobleza». E. Cioran (De la France, 1941)
6 OCTUBRE 2011
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