«Pueblo abrumado por la suerte, dotado de claridad, capaz de aburrirse, pero no de entristecerse, que gusta, en las creencias, de la aproximación y, por encima de todo, tiene una historia normal, sin vacíos, sin fracasos ni ausencias: se ha desarrollado siglo tras siglo, ha realzado aquello en lo que creía, ha hecho circular sus ideales y ha estado presente en la época moderna como ningún otro». E. Cioran (De la France, 1941)