«Un pueblo con los instintos dormidos nunca ha propuesto a la Humanidad el menor ideal ni jirones de fe siquiera. Una inteligencia despierta, pero sin el sostén de la vitalidad, se vuelve un instrumento artificial de los pequeños sucesos cotidianos, de la caída en una mediocridad sin remedio». E. Cioran (De la France, 1941)
14 OCTUBRE 2011
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