«Francia ha estado aquí; ha encontrado su lugar en el mundo en todos los niveles. Sólo ha perdido el porvenir. ¿Cómo habría podido esquivar su vejez? ¿La elevarán sus vetustos prestigios hasta la nobleza de la impugnación? ¿le dejaría el Siglo de las Luces reservas suficientes de inteligencia para cultivar negaciones soberbias? Una decadencia que no se comprende pierde su poesía en el ridículo». E. Cioran (De la France, 1941)