…Siguiendo con el «hilo poético» (de ayer) una cita: «La buena poesía siempre dice más de lo que dice, siempre posee misterio; pero el misterio sólo funciona cuando es real, no cuando se finge». José Hierro. Se trata de una cita reconvertible, sustituyendo la palabra –poesía– por –fotografía-; y la palabra –dice– por –muestra– y será una perfecta analogía que tiene que ver con lo escrito ayer, y con lo que me propongo escribir hoy y que no sé qué tal me va a salir. La fotografía ya carga, técnica y ontológicamente, con lo «real». Partiendo de lo real debería llegar, idealmente, al –misterio-, casi el único refugio donde puede eludir lecturas lineales o maquillar la pringosa y ominosa realidad. Siempre he deseado ser un fotógrafo del «misterio», que no necesariamente misterioso; o una especie de alquimista con el poder de convertir las piedras en oro. Mi sueño recurrente es que por el mero hecho de que elija y encuadre y fotografíe «algo», pase a ser poético y misterioso. No confío demasiado en poseer una capacidad ultra-sensorial para percibir lo misterioso; sino que sería la fotografía misma la que me otorgaría esa facultad. En ese sentido no estoy del todo de acuerdo con Bullock: «Creo que todo es misterioso. Sólo se trata de poder percibirlo». No, no es mi caso, aunque siempre lo haya deseado. Después de buscar un buen rato he encontrado esta fotografía que podría pasar por MISTERIOSA; eso sí, gracias a los ancestrales y misteriosos artistas de las piedras….
18 NOVIEMBRE 2011
© 1995 pepe fuentes