Más sobre Michel Houellebecq: otra de las razones por las que me gusta es por su supuesto nihilismo, que de tan cacareado y aceptado por todo el mundo, resulta dudoso por excesivamente evidente. A propósito de su última novela, algún crítico (Ignacio Echevarría) ha dicho, «desde el punto de vista narrativo es una verdadera calamidad– (El mapa y el territorio)». Puedo estar de acuerdo en eso; aunque ésa probable y sólo aparente deficiencia, no resta un ápice de mi entusiasmo por su obra. Tampoco que pueda hacer «literatura magazine», valoración admisible (yo aspiro a lo mismo y quizá algún día lo consiga, modestamente, claro), y que su «nihilismo segregue una ideología conservadora y de naturaleza reaccionaria«. Claro, esa deber otra de las nobles razones por las que me gusta Houellebecq, sencillamente porque también me siento cada día más reaccionario. Debe ser una cuestión de edad, decepción y asco. Profundo.
6 DICIEMBRE 2011
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