«Era una pintura de inaudita belleza, de la que emanaba un fulgor íntimo. Permanecí estático y luego avancé a zancadas hacia aquella misteriosa tela sobre la que sólo alcanzaba a ver formas y colores sin motivo ni tema. De pronto se resolvió el enigma: era uno de mis últimos trabajos, pero no estaba derecho; había quedado apoyado en la pared sobre uno de los lados«. Vasili Kandinsky. Cita recogida por Félix de Azúa en su Diccionario de las artes. Quiero, de vez en cuando, dedicar un día de diario a algunas entradas de esta obra, intelectual y literariamente fastuosa. Hoy, como es fácilmente entendible, se trata de la entrada: ABSTRACTO…
7 DICIEMBRE 2011
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