Epílogo. -La crónica del viaje acabó ayer con un gran desencanto por no haber conseguido ver una exposición y con la reacción nada amable de una vigilante enfadada con el mundo y conmigo, sin saber por qué. La exposición tenía un título impresionante: La abstracción de la realidad. El autor, un reputado fotógrafo, José Manuel Ballester, penúltimo premio nacional de fotografía. La temática (al parecer) la que indica el título??? La respuesta de crítica y público: unánime aplauso. ¡Qué pena, y no la vi! Las fotografías, según he podido colegir por referencias de prensa, eran de enorme tamaño y encuadraban interiores de edificios singulares, generalmente de arquitecturas de vanguardia. Los sofisticados y fríos escenarios, al parecer, estaban vacíos y sugerían metáforas de amplio espectro sobre el vacío, por supuesto. Lo que me llamó la atención, es el abundante discurso pseudofilosófico y teórico que apareció en las noticias culturales (obviamente, el señor Ballester se lleva bien los especialistas de la prensa), para dar cobertura a la supuesta «profundidad» del mensaje, también conceptual, claro. Supuse que la acepción del término -abstracción- no tenía nada que ver con -abstracto- y sí con un supuesto alcance «poético- del término. He leído atentamente la gran cantidad de frases que adornan el montaje y las interpretaciones que, además de simplistas, me han parecido algo exageradas, por ejemplo: fotografía del interior del pabellón de España en Shanghai, vacío claro, aparentemente frío y metálico, en el que se añade una frase poética: «La soledad de los espacios vacíos» (parece un lema de concurso fotográfico de aficionados). Creo que me estoy pasando, porque la exposición no la vi (la retiraron a toda prisa antes de que llegara con mi látigo de fustigar presuntuosos). Por otro lado, tampoco sé si el tal Ballester es simpático o no; o buena o mala persona; alto o bajo; si viste bien o no; o a qué huele, por ejemplo. No, no sé nada de él. Para poner un toque humano y amigable a mi crónica fantasmal añadiré una frase interesante suya que he copiado de un periódico amigo (de él, claro): «El vacío no es la nada, es la manera de rellenar en otra dimensión. Usando, por ejemplo, la luz, el volumen y el color» José Manuel Ballester. Nada menos! Anotado queda.
26 DICIEMBRE 2011
© 2004 pepe fuentes