Lunes, dieciséis de Enero. Me levanté animoso e incluso, enseguida, empecé a notarme hiperactivo. No sabía por qué. Los lunes suelen ser días de resaca (existencial), porque en los fines de semana deposito demasiadas expectativas que siempre se malogran. Es una rutina más. Pero bueno, así se construye la cotidianidad previsible que hace que todo sea algo más soportable (expectativas-decepción-vuelta a empezar, y así siempre). Como decía, a las siete y media de la mañana entré en –La habitación de retratar- porque unos días antes, accidentalmente, hice un pequeño roto en una pared. Intenté arreglarlo con precipitación y lo estropeé aún más. Me suele pasar cuando actúo con ansiedad, es decir, casi siempre, menos cuando duermo. No son momentos puntuales, no, que va, el problema es que yo soy La Ansiedad. Si algún investigador, teórico, o profundo analista del comportamiento humano tiene in mente hacer el tratado definitivo sobre ese síndrome, sólo tiene que acercarse a mi casa, describirme y ya lo tiene hecho. No necesita más…
26 ENERO 2012
© 2007 pepe fuentes