Termino el mes como lo empecé, con peces. Grandes. Esos que no se pescan ni se comen (supongo), y sólo se miran en grandes peceras también llamadas acuarios. A mí los peces nunca me habían importado demasiado, y ahora, sólo estéticamente. Son bellos. Hasta que no fui a un acuario con mi cámara (2007) no me di cuenta hasta qué punto eran unos animales magníficos, hermosos, misteriosos, que me apetecía fotografiar. Siempre me ha interesado la historia de Herman Melville, Moby Dick, pero no tanto por la gran ballena blanca como por la autodestructiva obsesión del capitán Ahab, por lo de la épica, y por la magnífica película Moby Dick, de John Huston, con un soberbio Gregory Peck, en el papel de capitán Ahab. Me fascinan las obsesiones, y sin son heroicas y autodestructivas, más todavía. Qué mejor manera de morir que cabalgando una obsesión o una proeza!
31 ENERO 2012
© 2010 pepe fuentes