…Borges refiere una historia sumamente ilustrativa y paradójica con algunos de los valores evangélicos de los católicos. Dice Swedenborg:-Esa historia, patética, de un hombre que durante su vida se ha propuesto ganar el cielo; entonces, ha renunciado a todos los goces sensuales. Se ha retirado a la Tebaida. Allí se ha abstraído de todo. Ha rezado, ha pedido el cielo. Es decir, ha ido empobreciéndose. Y cuando muere, ¿qué ocurre? Cuando muere llega al cielo, y en el cielo no saben qué hacer con él. Trata de seguir las conversaciones de los ángeles, pero no las entiende. Trata de aprender las artes. Trata de oír todo. Trata de aprender todo y no puede porque él se ha empobrecido. Es, simplemente, un hombre justo y mentalmente pobre. Y, entonces le conceden como un don el poder de proyectar una imagen: el desierto… él sabe que se ha hecho indigno del cielo mediante su penitencia, porque él ha empobrecido su vida, porque él se ha negado a los goces y a los placeres de la vida, lo cual también está mal»…
2 MARZO 2012
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