…Procuro fotografiarlos, naturalmente. Además casi todos son gentes que tienen un indefinible atractivo, aunque no necesariamente físico. No, lo suyo es otra cosa. Me parece que es una funesta y distante mezcla de supuesta ilustración, vacua espiritualidad, displicencia gratuita y hastío. Ah, y quizá también una cierta conciencia de superioridad y desdén que intentan traslucir, especialmente, a los que no compramos lo suyo. Por si fuera poco, su aspecto físico tan estilizado en un permanente ejercicio de concentración-abstracción, les hace parecer, a un paleto desmemoriado como yo, auténticos seres miríficos y hasta seráficos… y, detrás de ellos, siempre las obras de arte, vacías, porque ellas son las que quizá nunca estuvieron allí…
7 MARZO 2012
© 2012 pepe fuentes