…Ahora cuento con la suerte. Seguro. Qué lástima que haya venido a pasar una temporada conmigo tan tarde (la suerte). Y ahora todo son prisas y atropellos. Queremos vivir en poco tiempo todo lo que no habíamos compartido antes. Tantos años dando vueltas buscándonos y sin encontrarnos. En fin, mejor un poco que nada. Lo malo es que ya empiezo a tener algunos achaques; por ejemplo, cuando me levanto, me duelen durante unos instantes las articulaciones, pero enseguida, la suerte, me da un amoroso empujoncito y hala, a correr, no vaya a ser que nos perdamos algo…
17 MARZO 2012
© 2012 pepe fuentes