…El Fotógrafo, pobre, quizá viva esas fijaciones de su ánimo con malestar; o,
por el contrario, se sienta encantado de exteriorizar su desasosiego. Eso no se
sabrá nunca con certeza. Él puede ver con bastante precisión que su Casa,
donde ahora ríe y llora, será pasto del polvo mañana, y fotografía y fotografía
incansablemente las grietas, la destrucción, el abandono, el polvo, el
olvido, porque Él está constituido también por toda esa cochambre que es pasado y será porvenir…
25 ABRIL 2012
© 2012 pepe fuentes