…Las personas que normalmente me interesan son las guapas, por encima de las aparentemente interesantes. Tuve la sensación de que escaseaban ambas: las guapas tampoco eran tan guapas y, las supuestamente interesantes, aunque me parecían bastante más inteligentes que yo, sus «saberes» nada tenían que ver con lo que creo saber yo. A partir de ahí, ¿de qué coño podríamos hablar?; obviamente de nada. Pues eso. Pero, como soy un tipo extremadamente considerado e inseguro, me dedico a escuchar y ellos, los otros, a hablar, incesantemente, como si tuvieran algo que decir, y eso les excita y complace. Se muestran muy contentos.Todo era inadvertidamente divertido y conscientemente tedioso al mismo tiempo…
9 MAYO 2012
© 2012 pepe fuentes