Y El Fotógrafo dijo:
«El rostro de un hombre es eso, el rostro de un hombre; pero siempre diferirá dependiendo de por quién sea fotografiado. Luego la imagen del rostro de un hombre, del mismo hombre, puede multiplicarse hasta el infinito. Esa divina facultad es netamente fotográfica.»
23 MAYO 2012
© 2010 pepe fuentes