…Victorio, el fatalmente Derrotado, subido a la escalera miró en torno suyo y no vio nada halagador; hacia abajo y constató que apenas si había ascendido a ninguna parte; luego miró fijamente la pared que tenía a un palmo de su cara y no supo qué hacer. Sólo sintió una inmensa y devastadora sensación de
derrota y sinsentido. Se quedó paralizado por la inutilidad de su ocurrencia y por la vergüenza, y decidió no bajar un solo peldaño. Le encontraron rígido, aferrado a la escalera, con sus manos convertidas en garfios, muerto ya.
20 JUNIO 2012
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