«…Pero se equivocaba al depositar su fe en los objetos, al confiar únicamente en cosas, al malgastar el tiempo en innumerables edificios que ha dibujado y pintado, las calles vacías, sin un alma, los garajes, gasolineras y fábricas, los puentes, las autopistas elevadas, los viejos almacenes de ladrillo rojo destellando a la tenue luz de Nueva York…»
3 AGOSTO 2012
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