…Constancio dio un paso adelante y se dispuso a salir de la casa de los funestos recuerdos en la que había empezado a sentirse atrapado. La dichosa maleta pesaba. Constancio comenzó a sentir una creciente zozobra: -quizá sea imposible desprenderme del recuerdo de los hechos ridículos de mi vida; porque a pesar de que he puesto mucho cuidado al hacer la maleta, puede que se hayan introducido en ella sin darme cuenta y se han venido conmigo. Si es así, nunca podré desprenderme de ellos- pensó asustado…
26 AGOSTO 2012
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