…Constancio tuvo un ataque de pánico y salió de la casa casi corriendo pero constató desesperado que sí, que en su memoria permanecían las interminables ridiculeces de su vida. A pesar de ese triste fracaso decidió que no regresaría nunca, porque supondría añadir un hecho irrisorio más a su atribulada memoria. Al menos, lejos, podría consolarse con el empeño del vano intento.Pobre Constancio, tan constante y desafortunado.
27 AGOSTO 2012
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