…Lo que realmente me interesa de ese desfile no es el movimiento social y político, y tampoco la exhibición de las opciones sexuales, porque, ambas cosas, me traen sin cuidado; no, lo que me atrae especialmente es que ese acontecimiento me permite fotografiar cuerpos humanos casi desnudos. Las personas son lo más grande, bello y misterioso que se pueda fotografiar. No hay mejor motivo, no hay mejor tema o asunto para una cámara fotográfica. Cuando la cámara, objeto mecánico a fin de cuentas, fotografía motivos inanimados o muertos (piedras, por ejemplo), se da una fatídica conjunción de frialdades: demasiados elementos exánimes intervienen en la imagen, luego el resultado, a pesar del espíritu que pueda insuflar el fotógrafo, probablemente será frío, muy frío y, si el fotógrafo no pone el calor del talento,el resultado se parecerá a una lápida anónima y sin epitafio…
14 SEPTIEMBRE 2012
© 2012 pepe fuentes