…Todo es complicado para los heterosexuales. Somos muy vulnerables a lo socialmente bien o mal visto, a los miedos, a las rigideces impregnadas de culpa (de la que casi siempre son responsables los solemnes e ignorantes oráculos), en fin, todo un campo minado para los que sólo pretendan contactos sexuales, sin más, sólo por dar gusto a los sentidos, al deseo, a la fantasía, a la risa, al instinto y necesidad de placer ¿por qué no?, que traemos incorporado desde el principio de los tiempos. La única alternativa a la enaltecida fidelidad, sólo remite a la infidelidad y a las mentiras, tan groseras siempre. Parece que sólo están autorizados para disfrutar del sexo y ser necesaria y alegremente promiscuos los gays y lesbianas, porque como ya son «raros» y además menos, muchos menos, que hagan lo que quieran. Decididamente, los «normales» heterosexuales lo tenemos fatal. Hagamos lo que hagamos estará mal, y si no que se lo pregunten a esos poderosos y macilentos seres que habitan en penumbrosas y mohosas sacristías.
20 SEPTIEMBRE 2012
© 2011 pepe fuentes