…Nos preguntamos qué hacer: no nos contestamos (otra explosión similar podía provocar derrumbamientos que nos hicieran daño). Seguimos montando el equipo e iniciamos la sesión como si nada hubiera sucedido. Dos horas después nos íbamos de la casa aún un poco sobrecogidos y mirando sospechosamente a nuestro alrededor; pero no, no había nadie por ningún lado.
5 OCTUBRE 2012
© 2012 pepe fuentes