…El tiempo pasa y pasa sobre mi cuerpo y mis acciones. Este es un hecho incontrovertible, por más que lo relativice y mire hacia otro lado. Supongo que debería ocuparme un rato en definirme fotográficamente con un mínimo de sentido y coherencia. Averiguar la dirección que deseo tomar, o el lugar donde quiero llegar. Pero nada, cuando me hago ese propósito, instantes después, me sorprendo pensando en otra cosa. Lo intento de nuevo y me vuelve a pasar lo mismo. ¡Qué desastre! Pero, en definitiva, qué más da. Pues eso…
7 OCTUBRE 2012
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