«…las casas vacías como presencias entre invitadoras y ominosas, las ventanas en las que no hay nadie, los umbrales en los que surge una figura humana que mira al espectador o que mira al vacío»…»Según se advierte en sus dibujos, Hopper tenía un dominio infalible de las destrezas para la representación de lo real: pero cuando pinta lo hace prescindiendo casi meticulosamente de la tentación del virtuosismo, porque sabe que lo conduciría a la banalidad». Antonio Muñoz Molina
24 NOVIEMBRE 2012
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