…La casi totalidad de las fotografías que se realizan son completamente prescindibles (las mías también, cómo no). No aportan nada a nadie, ni siquiera a quienes las realizan, salvo como bobo y maniático pasatiempo. Olvidables la mayoría. Banalidad por doquier. Ya eran las seis y seguía con el pequeño ensayo sobre el Arte de Comte-Sponville (doce páginas), concentrado y ligero al mismo tiempo. Es bueno este tipo. Dice cosas relativas a una de mis preocupaciones capitales sobre la fotografía: «Cualquier fotografía es una buena imitación. Pero ¿cuántas de ellas son arte? ¿Cuantas valen por sí mismas? La imitación suele ser un medio o una exigencia del arte. Pero solamente un medio, no un fin en sí mismo. Solamente una exigencia entre otras, a menudo estimulante, en efecto, a veces saludable, pero una exigencia que no siempre es necesaria y jamás suficiente. ¿Imitar lo bello? Es ésta una estética de tarjeta postal. El artista crea, no copia». André Comte-Sponville
10 DICIEMBRE 2012
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