…Vuelvo a Gudbergur Bergsson (Pérdida, pag. 17): «Es también propio de la vejez no decir nunca la verdad, ni siquiera mentalmente y a sí mismo. Pero eso es distinto que mentirse a sí mismo y a los otros. Es incapaz de definirlo mejor que como un juego del escondite con la verdad. En la mentira suele haber con frecuencia más verdad que en la verdad misma. Saberlo es un método terapéutico que dura hasta el final de la vida». Sin duda, este juego de conceptos aparentemente contradictorios, suponen una verdad en sí misma. Me parece…
21 DICIEMBRE 2012
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