HABITACIÓN DE RETRATAR II. Se llama B., y vino a -La habitación-con D. (diario de ayer), un lejano día de Noviembre de hace dos años. Supongo que habrá olvidado la experiencia. Yo no, porque su retrato me ha costado bastante trabajo, sólo imputable a problemas técnicos que me surgieron con los negativos. Tengo un recuerdo muy afectuoso de ella porque se mostró como una mujer vital y animosa en el momento de posar. Además, si no recuerdo mal, fue muy divertida y contribuyó a que pasáramos una tarde estupenda. La pregunta es: un fotógrafo que pretenda retratar seriamente, debe conocer mínimamente a su retratado? debe fiarlo todo a la disposición del mismo, a su expresividad? o atenerse únicamente a la intuición propia para conseguir las máximas posibilidades del retratado? Como ayer me estoy yendo del asunto del retrato de B., claro que sólo la traté unas horas, y apenas recuerdo la textura de su carácter. Pero el retrato, finalmente y después de varios intentos fallidos con otras tomas, me gusta como ha quedado…Espero que a ella, si se presta a recogerlo, también. Ah, se me olvidaba, sobre las preguntas que me he hecho más arriba: no me contestaré, por ahora, aunque sospecho que todo vale, que todo ello viene bien…
6 ENERO 2013
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