HABITACIÓN DE RETRATAR V. Este hombre se llama A., y se acercó a –La Habitación- junto con su mujer (diario de mañana), a mediados de Septiembre del año pasado. Vinieron desde Madrid a mediodía, comimos en la ciudad y luego, por la tarde, les fotografié. La sesión resultó agradable y relajada. No propuse ninguna situación de introspección convulsa y transcendente pero, sin pretenderlo, la mirada de A. en esta toma es de una inquietante intensidad. Él es un hombre tranquilo y socarrón, o al menos es la impresión que tengo de él. Aunque de eso nunca se puede estar seguro porque las relaciones interpersonales suelen tener un componente de espejo y son el resultado de cómo nos acoplamos los unos con los otros; eso resulta tremendamente significativo, en el caso de los retratos fotográficos, claro. En otros lenguajes supongo que las cosas funcionan de otro modo. En fotografía todo es más empático y directo y emocional. Todo sucede rápida e irreversiblemente. De cualquier forma, el retrato de A., me parece uno de los más interesantes que he realizado últimamente porque muestra autenticidad a través de una mirada directa e intensa. A lo peor a él no le gusta…pero a mí sí…
9 ENERO 2013
© 2012 pepe fuentes