19 MARZO 2013

BREVE ANOTACIÓN AUTOBIOGRÁFICA I: Anoche (anotación de un sábado de febrero) me acosté a las seis de la madrugada. Estuve de «marcha» (qué risa). Me levanté a las once bastante hecho polvo (ya no tengo edad para según qué cosas). Abrí una cerveza (por lo de la resaca) y subí al estudio a trabajar un poco. Me encastré en mi cheslón (es como acomodarme en un bólido de fórmula uno) y encendí el ordenador de escribir. Sintonicé Radio 3 y, atención, eran las once cincuenta y cinco y oí una voz suave, acariciadora, blandita, seria, muy seria y didáctica, como de un cura o un miembro de una ONG que explicara su misión en el mundo. Decididamente la voz pertenecía a un –buen chico-. Sabía a quién pertenecía, la he oído mil veces, siempre en radio claro, y siempre, siempre, dice lo mismo o parecido: «mi pretensión es poner en orden mis emociones y mi percepción del mundo; evidenciar la importancia de los pequeños y humildes objetos y tratarlos estéticamente en otra de sus posibles dimensiones…» La voz, musical y acariciadora, pretendía llegar directamente al corazón del oyente, me pareció. No era hora de sentirme receptivo a hechos transcendentes y además muy artísticos, así que me dije: –Puaf-. Sí, amigos y amigas, la Voz no era otra que la del inefable Chema Madoz. Probablemente si a mí me entrevistaran en radio sobre mi «obra» seguro que me pondría más enfático y «profundo» que él (soy así de engolado y vanidoso). Cosas de la naturaleza humana, supongo. Pero como a mí eso no me pasa (lo de la radio), pues nada a decir –Puaf– sin culpa. Menos mal que me perdí el noventa y ocho por ciento del programa, sino, probablemente, sólo habría tenido dos opciones razonables en una mañana de resaca: cambiar de emisora o bajar al «cuarto oscuro«, meter allí mis cámaras, mis negativos y mis copias, quemarlo todo y tomarme otra cerveza mirando la fogata y diciendo –Puaf– (no hice ni una cosa ni otra, sobre todo porque el programa terminó a las doce).
PS. Las fotos de Madoz suelen ser bastante más entretenidas que su filosofía creativa.