Expectativas primaverales (desde el uno de Abril): Clausurar el -cuarto oscuro– en lo que se refiere al copiado en distintos tamaños y formatos (doscientas cincuenta fotografías, más o menos, en cinco meses). Preparar equipo de toma. Pensar, o no pensar, en lo que deseo fotografiar y cómo hacerlo. Sobre este aspecto no he conseguido centrarme en ningún propósito definido. Aún titilan en mi memoria las experiencias del año pasado en casas y espacios abandonados, las performances, las búsquedas incesantes de escenarios, los retratos de última hora; en fin, oscuros asuntos que intuyo no están acabados del todo. Me gustaría retomarlo e idear nuevas escenificaciones en espacios parecidos, pero nuevos, distintos. En esos lugares desolados, donde el paso del tiempo está creando su propia obra, al margen de todo y de todos, es donde aún me sigue interesando escenificar mis sensaciones, ahora que también el tiempo realiza su obra en mí, en mi cuerpo, en mi ánimo, en mi vida. Recuerdo el verso de José Hierro: «Esta casa no es la que era«. Claro, nada es lo que era, y esa es una idea nuclear que también la fotografía puede interpretar y expresar. Ahí, en esa lúcida percepción del discurrir de «todo», es donde yo quiero estar, al menos este año, luego ya veré.
1 ABRIL 2013
© 2012 pepe fuentes