Es interesante observar la enorme relación de las artes plásticas en general, también la literatura, filosofía, poesía, teatro y cualquier otra actividad de orden creativo, con el devenir de acontecimientos sociales y políticos de estas últimas décadas. Por ejemplo, muy probablemente, los potentes movimientos sociales desde los años cuarenta hasta los ochenta (beat, letristas, situacionistas, mayo del sesenta y ocho en París, y otros), tan importantes en el desarrollo de la sociedad y los avances de las libertades políticas y sociales no habrían sido igual sin la existencia de los Dadaistas o Surrealistas; o sin Freud, o sin Duchamp, o sin las vanguardias que han ido iluminando zonas de nuestra percepción a lo largo del siglo XX. También la música y masivamente el pop que ha jugado un papel esencial en el desarrollo cultural y humano. Tampoco podemos olvidar la pintura contemporánea en el diseño de todo tipo de objetos y conceptos cromáticos que han dado forma a nuestro mundo utilitario y visual. Por ejemplo, cuantos y cuantos objetos o prendas de vestir se han diseñado inspirándose en Piet Mondrian o en Rothko. O los nuevos conceptos y desarrollos espaciales que ha venido desarrollando la arquitectura y el diseño de interiores a lo largo del último siglo. Todo está ahí, intensamente relacionado entre sí, y todo parte de un punto inicial que no es otro que la mente creativa e inspiradora en cualquiera de los campos donde se desarrolla el espíritu humano. El alma artística es lo que nos mantiene en el mundo con una cierta dignidad de seres civilizados, morales y conscientes. Me parece.
11 JULIO 2013
© 2003 pepe fuentes