…El mismo día, bastante después: utilicé cuatro rollos de treinta y seis fotografías, dos expuestos a ochocientas asas y dos a tres mil doscientas. Cuando cambié el primer rollo todos me rodearon expectantes, estupefactos. No daban crédito. Uno de los de Guadalajara me preguntó asombrado: ¿pero todavía hay película? –Sí, en mi vida aún existe– le dije. –La tendrás que revelar tú, no? –Claro, claro- contesté. Y seguí a lo mío. ¡Qué agradables y encantadoras son las conversaciones espontáneas con desconocidos! A condición de que sean breves, por supuesto…
16 JULIO 2013
© 2013 pepe fuentes